Esta grevillea, como la mayoría, procede de Australia. Es un arbusto mediano, de entre metro y medio y tres metros de altura. Guarda formas redondeadas, aunque con un aspecto un tanto anárquico: sus ramas rectas y abiertas apuntan hacia arriba.
Las hojas son perennes, de color verde oscuro y estrechas. Su presencia y disposición recuerdan a las del enebro (Juniperus), de ahí la nomenclatura de esta especie: “G. juniperina”.
Las flores en lugares de cálidos aparecen ya a finales del invierno, es el caso por ejemplo de la costa mediterránea.
Como a todas las grevilleas, le gustan los suelos profundos y ligeros, a ser posible tirando a ácidos. Si fuera necesario, añade arena junto con turba en la plantación, así mejorarás el sustrato.