La especie es originaria de Corea del Sur y de Japón (Honshu, Isole Ryukyu, Kyushu e Shikoku) donde crece en los bosques húmedos entre los 300 y 1100 m de altitud.
Es un arbusto o árbol muy ramificado de porte vertical alto hasta 10 m si bien normalmente se mantiene mucho más bajo; las ramas son grisáceas, aquellas del año de color marrón púrpura con hojas alternas sobre corto pecíolo (0,5-1 cm).
La Camellia japonica es la más cultivada en absoluto de las camelias ornamentales gracias a los cruzamientos e hibridaciones, pero también a la facilidad con que ocurren mutaciones en la yema (mutaciones espontáneas a nivel de la yema que dan lugar a un ramo de flores de color y/o forma diversas), han sido seleccionadas una multitud de variedades.
Se considera que existen al menos 2000 de infinitos matices que van del blanco al rosa, al rojo, además de moteadas o maculadas, y diferentes formas: de flor simple, semidoble, doble, como flor de peonia, de anémonas o de rosa. Flores que resaltan sobre su follaje verde intenso y brillante, de por si de gran valor ornamental.
Prefiere climas frescos y húmedos y es bastante resistente a las bajas temperaturas, hasta cerca -10ºC y aún menos en algunas variedades, si bien las flores se arruinan cuando la temperatura desciende bajo 0ºC.
Prefriere terrenos fértiles, sueltos, ricos en sustancias orgánicas, bien drenados, sub ácidos o neutros (pH 5-7) y mantenidos húmedos; la posición óptima es bajo ligera sombra y al reparo de los vientos.
Para mantener el terreno húmedo y proteger las raíces del excesivo calor es útil predisponer una cubierta en la base de la planta.
Los abonos moderados, se realizan en el arranque vegetativo, utilizando preferiblemente abonos orgánicos o de lenta liberación, específicos para acidófilas.
Se adapta bien a la cultivación en maceta utilizando sustrato para acidófilas con agregado, alrededor del 25% de arena silícea o perlita para mejorar el drenaje, teniendo presente que, en particular en verano, debe estar en constante humedad.
Si se utiliza agua calcárea para los riegos, la planta puede comenzar a amarillear las hojas (clorosis férrica), en tal caso tratar con quelato de hierro. Eventuales podas se deben efectuar cuando finaliza la floración.